Jurado otorga $668,000 a repartidor lesionado

Este caso surgió por el mantenimiento negligente de una rejilla para tormentas en una instalación de Kmart en Easton, Pensilvania. A la rejilla para tormentas en cuestión le faltaba un diente. Nuestro cliente sufrió lesiones graves y permanentes cuando cayó a través de la rejilla de tormenta y se lesionó permanentemente la rodilla y la espalda. En el momento del incidente, nuestro cliente trabajaba como conductor de un camión de reparto para Pepsi Beverage Company. Su trabajo requería que proporcionara bebidas embotelladas de Pepsi a varias tiendas minoristas e implicaba tanto conducir como descargar el camión. En la mañana del incidente, nuestro cliente llegó al K-Mart y comenzó a descargar su vehículo. El diseño del camión requería que descargara las bebidas por el costado en lugar de por la parte trasera. Esto significaba que no podía usar la rampa del muelle de carga o el muelle de carga real, sino que se estacionaba junto al borde trasero de la propiedad. Mientras colocaba su carrito de mano en el costado del vehículo y comenzaba a descargar cajas de bebidas embotelladas de las puertas laterales ubicadas en la parte trasera del camión, se le pidió que se subiera parcialmente al vehículo para colocar las cajas y transferirlas. ellos al carro de mano. Cuando retrocedió del vehículo, su pie y pierna derechos cayeron por el desagüe pluvial al que le faltaba un diente. Nuestro cliente gritó de dolor y un testigo lo ayudó a sacar su cuerpo del desagüe. Una resonancia magnética realizada unas semanas más tarde reveló un desgarro complejo del menisco lateral del asta anterior, así como una artrosis compartimental leve. Nuestro cliente siguió trabajando en ese momento, pero no podía conducir un vehículo comercial, una de las funciones principales de su puesto en Pepsi. Continuó con la fisioterapia en un intento por resolver el dolor en la rodilla, pero finalmente tuvo que someterse a una meniscectomía lateral parcial artroscópica de la rodilla derecha. Además de su dolor y sufrimiento físico, nuestro cliente sufrió daños económicos significativos por este incidente porque ya no podía dedicarse al tipo de trabajo que hacía en el momento del incidente y porque perdió sus beneficios sindicales. El caso fue a juicio en agosto de 2013.